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La autoevaluación es un proceso por el cual las personas identifican sus fortalezas, esfuerzos y valoran sus propios resultados. Es la oportunidad de examinar el propio rendimiento, de identificar las áreas de mejora y recopilar los logros obtenidos durante un tiempo.
Es esencial para mejorar y crecer en nuestro día a día tener la capacidad de reflexionar sobre nuestras habilidades, conocimientos y desempeño. La autoevaluación supone la base del autodesarrollo y la autorreflexión, según la psicóloga y pedagoga infantil María Montessori.
El objetivo de la autoevaluación es aprender y mejorar. La autoevaluación sirve para que quien la realice, descubra cómo alcanzó esa meta y sepa qué puede hacer para elevar ese rendimiento. Se puede aplicar en cualquier contexto como educación, trabajo, desarrollo personal y otras áreas.
Para llevar a cabo la autoevaluación se requiere de un proceso de reflexión sobre las tareas realizadas, cuáles han ido bien y cuáles no. De esta manera, se determina el ritmo de aprendizaje que puede tener cada persona dependiendo de sus características propias.
En el ámbito educativo, la autoevaluación sirve a los alumnos para conocer sus capacidades y valorarlas, y así el docente puede adaptarse a cada uno de ellos. Se trata de incrementar el rendimiento del alumno dotándolo de autonomía, responsabilidad y organización acerca de su aprendizaje.
Mencionada la autoevaluación para el alumno, el docente también la practica. Está relacionada con la calidad de la enseñanza que proporciona en las aulas. Supone un aumento de rendimiento y calidad del profesor gracias a la autoevaluación.
Algunas de las herramientas o técnicas para llevar a cabo el proceso de autoevaluación son:
- Planificación semanal: potencia la habilidad de organización y productividad del estudiante. Se autoevalúa sus tareas a realizar en la semana.
- Portfolio: un conjunto de trabajos y actividades que ha realizado el alumno de manera individual o colectiva durante un periodo de tiempo. Así, pueden valorar los trabajos hechos, reflexionar sobre lo aprendido y fortalecer aquello en lo que han fallado.
- Diario de clase: es muy útil como técnica de observación sobre la actividad que va realizando el alumno durante su experiencia en clase. Se apunta el trabajo realizado cada día junto con algún pensamiento, opinión o duda con la materia dada.
- Escala Estimativa: un instrumento donde el alumno evalúa los procedimientos o conductas que ha tenido en un periodo junto con el grado donde se encuentra presente en ese momento. Es muy práctico para promover la autoevaluación.
Como hemos dicho anteriormente, la autoevaluación es el proceso en el que el alumno reflexiona sobre el aprendizaje recibido y evalúa su recorrido académico. Es necesario saber que la autoevaluación no sustituye a la evaluación de un docente sino que complementa el proceso introduciendo al estudiante en su propio aprendizaje. Algunas características que aporta realizar una buena autoevaluación son:
- Reflexión personal
- Autoconocimiento
- Desarrollo de habilidades metacognitivas
- Saber establecer metas
- Progreso continuo en autonomía
Por tanto, la autoevaluación es una actividad de reflexión. Un análisis donde se conoce y comprende el rendimiento y favorece el desarrollo personal del alumno. Sin embargo, es importante que no hay que excederse con la autoevaluación ya que puede abusarse de la autocrítica.
Cuando se realiza una autoevaluación, hay que tener cuidado con las expectativas puestas y los resultados obtenidos no deseados. La desmotivación puede aparecer pero es necesario ser firmes y tener una visión objetiva para volver a conseguir ese rendimiento.
La autoevaluación es una herramienta valiosa para el crecimiento personal y profesional. Permite ser más consciente de sí mismo, poner unos objetivos realistas por cumplir y tomar medidas concretas para ser una versión mucho mejor.