Supera el síndrome del impostor: estrategias para enfrentar los exámenes con confianza

Síndrome del impostor

Para empezar ¿Sabes que es el síndrome del impostor? 

El síndrome del impostor fue definido por primera vez en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes. Aunque no es un diagnóstico oficial, es un fenómeno común que afecta a personas de todos los niveles educativos y profesionales. En el contexto académico, el alumnado puede sentir que no está suficientemente preparado para enfrentar un examen, incluso si han estudiado duro. Esto puede llevar a pensamientos como creer que no son tan inteligentes como sus compañeros o que tarde o temprano "descubrirán" que no merecen estar en el lugar que ocupan. 

Por tanto, como podemos comprobar, este fenómeno se caracteriza por una sensación continua de duda sobre las propias habilidades, incluso cuando se tiene un historial de éxito demostrado. Puede llevar a niveles altos de estrés, ansiedad e inseguridad, especialmente en momentos cruciales como los exámenes, sobre todo en oposiciones donde se juegan mucho.  

Y ¿Cómo afecta al alumnado?  

El síndrome del impostor puede tener un impacto negativo en el rendimiento académico de un alumno. A continuación, vamos a describir algunas de las formas que tiene de manifestarse para poder identificarlo correctamente.  

  • Miedo al fracaso. El alumnado puede sentir que cualquier error pequeño confirmará su falta de capacidad, lo que puede llevar a un miedo paralizante ante los exámenes. 
  • Perfeccionismo. A menudo, las personas con síndrome del impostor son perfeccionistas y creen que deben ser capaces de dominar completamente un tema antes de sentirse calificadas para hacer un examen. 
  • Procrastinación. El miedo al fracaso puede llevar a la postergación de las tareas o el estudio, lo que agrava aún más el problema. 
  • Ansiedad. Las dudas constantes sobre su valía pueden generar altos niveles de ansiedad, que a su vez impactan negativamente en la concentración y el rendimiento durante los exámenes. 

 

¿Cómo podemos superar este síndrome? 

Para que podamos afrontar y superar el síndrome del impostor es fundamental desarrollar una mentalidad positiva y mejorar el rendimiento académico. Algunas estrategias que resultan efectivas para afrontar este síndrome comienzan por reconocerlo

  1. El primer paso para superar el síndrome del impostor es reconocer que lo estás experimentando. Toma conciencia de los pensamientos negativos que pueden estar alimentando tus inseguridades. A menudo, solo el hecho de ponerle un nombre a esta sensación y reconocer que no eres el único que lo experimenta puede ayudarte a reducir su poder. 
  2. En segundo lugar, es importante que cambies tu narrativa interna. Reemplaza los pensamientos negativos con afirmaciones más realistas y equilibradas. En lugar de pensar "no soy lo suficientemente bueno", cambia ese pensamiento por "he trabajado duro y estoy preparado". Cambiar la forma en que hablas contigo mismo puede ayudarte a transformar tus emociones. Aprende a aceptar los cumplidos y reconoce tus logros, sin atribuirlos únicamente a la suerte o circunstancias externas. 
  3. En tercer lugar, establece metas realistas, claras y alcanzables para el estudio y la preparación de exámenes puede ayudarte a mejorar tu autoconfianza. En lugar de intentar dominar todo el material de una sola vez, desglosa el contenido en objetivos pequeños y manejables. Celebra cada paso que completes y reconoce que no es necesario ser perfecto para tener éxito. 

 

Estrategias para enfrentarse al síndrome del impostor

Practicar la autocompasión es fundamentar. Tienes que ser consciente de que es probable que cometas errores o que no siempre logres la perfección, y eso está bien. Aprende a tratarte con la misma comprensión y paciencia que tendrías con un amigo que está luchando con las mismas emociones. La autocrítica constante solo alimentará el síndrome del impostor, mientras que la autocompasión te permitirá mantener una perspectiva más saludable. 

Buscar apoyo social, puede ser muy útil. Descubrirás que otros también han pasado por experiencias similares. Compartir tus preocupaciones y recibir apoyo te ayudará a sentirte menos aislado y a obtener una visión más objetiva de tus habilidades y logros. 

Otra técnica que puede resultar efectiva es enfócate en el proceso, no en el resultado.  

En lugar de centrarte únicamente en los resultados del examen, enfócate en el proceso de aprendizaje y en lo que has logrado durante tu preparación. Disfruta del hecho de que has adquirido nuevos conocimientos y habilidades, independientemente del resultado final. Esta mentalidad de crecimiento te ayudará a ver los exámenes como oportunidades de aprendizaje, en lugar de como juicios definitivos sobre tu valor. 

 Y, por último, desafía el perfeccionismo. Este es una de las principales fuentes de estrés para aquellos que experimentan el síndrome del impostor. Es importante recordar que nadie es perfecto y que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje. Permítete ser humano y aceptar que no tienes que ser el mejor en todo para merecer el éxito académico. 

Como podemos ver, superar el síndrome del impostor no ocurre de la noche a la mañana, pero con la implementación de estrategias adecuadas, es posible conseguirlo.  

¡Ánimo!  

anabelen.salinas
9 Octubre, 2024