Síndrome del opositor: sus características y soluciones

Entendamos el síndrome del opositor para aplicar estrategias efectivas y liberarnos de él. Explora sus características principales y consecuencias.

El camino de las oposiciones de educación conlleva una serie de desafíos a los que hay que enfrentarse y superar. Uno de ellos es el síndrome del impostor, muy presente en largos periodos de estudio y presión. Se caracteriza por el perfeccionismo excesivo, el estrés persistente y la autocrítica intensa, y en algunos casos puede llegar a tener un impacto en el bienestar y eficacia del opositor. Veamos en qué consiste este síndrome y qué soluciones tiene. 

¿Qué significa el síndrome del opositor? 

Se trata de un conjunto de síntomas emocionales y psicológicos que aparecen en personas que están inmersas en la preparación de unas oposiciones. Además, este síndrome del opositor puede afectar al círculo personal y social de la persona, llegando a aislar del ocio y tiempo libre. 

Los síntomas más comunes que aparecen en el síndrome del opositor son el agotamiento, irritabilidad, insomnio, miedo al fracaso, inseguridad, ansiedad y desmotivación y concentración para examinarse.  Por tanto, todos estos síntomas pueden hacer difícil el estudio constante y reducir el buen rendimiento durante la preparación. Su manifestación puede ser de varias formas y llegar a paralizar al estudiante en casos extremos. 

Tipos de síndromes del opositor 

Entre las dificultades emocionales y psicológicas que pueden llegar a afectar el rendimiento de un opositor, encontramos tres fenómenos que son consecuencia de ellas. Son manifestaciones diferentes que experimenta el síndrome del opositor: 

  • Síndrome del opositor quemado: si sientes agotamiento físico y emocional por una preparación de las oposiciones mal gestionada, padeces el síndrome del opositor quemado. La fatiga, la desmotivación y la pérdida del interés son características de este síndrome del opositor que provocar una disminución de la calidad del estudio y el rendimiento. 

  • Síndrome del eterno impostor: Muchas veces habrás sentido dudas acerca de si vales para la profesión por la cual llevas opositando tanto tiempo. Con el síndrome del eterno impostor, crees que tus habilidades y logros no valen nada, a pesar de tener una buena preparación. La sensación de ser descubierto te persigue y te genera ansiedad y desconfianza de tus capacidades. 

  • Síndrome del opositor desafiante: te atrapa una actitud de rebeldía ante las exigencias del proceso de oposición. Si cuestionas o desafías las reglas y no sigues las pautas fijadas, tu preparación tenderá a ser desorganizada y entrarás en conflicto con tus preparadores.

¿Cuándo aparece el síndrome del opositor? 

Sabemos que las oposiciones no son un camino fácil de superar y que el tiempo opositando puede ser más largo de lo que pensábamos. Dependiendo del grado de dificultad de la oposición y las convocatorias que salgan en el tiempo, una persona puede estar como mínimo entre 6 y 24 meses dedicada a las oposiciones. A la hora de presentarse a unas oposiciones, hay que ser consciente de que no todo va a salir bien y habrá varias “piedras” durante el camino. 

Puede haber momentos de incertidumbre, de desmotivación, de ansiedad, de tener miedo por fracasar el día del examen después de meses estudiando o de crisis sobre si esto es a lo que te quieres dedicar toda la vida. O incluso, de haberte presentado varias veces y frustrarte por no conseguir la plaza tan ansiada. Todas estas circunstancias que puedes llegar a vivir durante las oposiciones son fruto del síndrome del opositor 

¿Cómo enfrentarse al síndrome del opositor? 

¡No te preocupes que hay luz después del túnel! Si te has identificado con algunos de los síntomas del opositor y crees que padeces este fenómeno, déjanos decirte que puedes superarlo y volver a tu ritmo con las oposiciones. Te dejamos una serie de recomendaciones y consejos que te ayudarán a combatir el síndrome del opositor: 

  1. Pon metas realistas: la clave es establecer objetivos realistas y medibles para seguir manteniendo la motivación y volver a tener confianza en la preparación. 

  1. Practica ejercicio físico: es la vía de escape que necesitas. Te ayudará a liberarte de la tensión, mejorar el estado de ánimo perdido y verás cómo descansas mejor. 

  1. Evita compararte con los demás opositores: tú tienes tu ritmo y no es el mismo que otra persona y viceversa. Cada uno tiene sus aptitudes y características. 

  1. Fija una rutina de estudio: a la hora de opositar, es fundamental tener un calendario de estudio donde apuntes los descansos necesarios para que haya un equilibrio y flexibilidad en la preparación. 

  1. Rodéate de un gran apoyo: es importante que durante las oposiciones tengas círculos de apoyo como familia, amigos o profesional de la salud para superar el síndrome del opositor y llegar al examen seguro/a de ti mismo. 

En definitiva, el síndrome del opositor puede afectarle a cualquier que esté inmerso en la preparación de una oposición. Pero, como hemos podido comprobar, existe solución ante este fenómeno y podemos superarlo con estos consejos. Recuerda, cada persona tiene su ritmo y no es igual que el tuyo. 

morayma.estrada
9 Agosto, 2024