Aprende todo sobre Thinking Based Learning

Thinking Based Learning

Es un enfoque educativo que pone el énfasis en el desarrollo de habilidades cognitivas en lugar de simplemente transmitir información. Su objetivo es que los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino que también aprendan a pensar críticamente, analizar, resolver problemas y reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje. 

Características principales del Thinking-Based Learning: 

  1. Enseñanza explícita de habilidades cognitivas: TBL no solo se enfoca en el contenido, sino en las habilidades mentales que los estudiantes deben desarrollar, tales como la evaluación, la comparación, la inferencia y la resolución de problemas. 
  2. Metacognición: Este enfoque fomenta la conciencia sobre los propios procesos de pensamiento, permitiendo que los estudiantes reflexionen sobre cómo piensan y aprenden. Esto ayuda a que los estudiantes se vuelvan más autónomos y efectivos en su aprendizaje. 
  3. Aprendizaje basado en la indagación: Los estudiantes son alentados a formular preguntas, explorar diferentes puntos de vista y pensar críticamente sobre los temas, lo que promueve un ambiente de aprendizaje activo y participativo. 
  4. Aprendizaje en contextos reales: Los estudiantes aplican sus habilidades de pensamiento a situaciones del mundo real, lo que les ayuda a entender la relevancia del conocimiento y a conectar lo aprendido con su vida cotidiana. 

¿Cómo incluir el Thinking-Based Learning  en la Educación Primaria? 

Incluir el Thinking-Based Learning (TBL) en la programación de Educación Primaria es un enfoque efectivo para desarrollar habilidades cognitivas en los estudiantes desde temprana edad. Aunque TBL tiene su origen en niveles educativos más altos, puede ser adaptado a la primaria mediante actividades y estrategias apropiadas para la edad. A continuación te presento algunas ideas para integrar TBL en la programación de la educación primaria: 

1. Diseñar actividades centradas en el pensamiento crítico y creativo 

  • Problemas abiertos: Presenta a los estudiantes problemas abiertos que requieran de análisis y solución, como situaciones de la vida real que ellos puedan resolver mediante discusión y creatividad. Por ejemplo, “¿Cómo podemos reducir el uso de plásticos en nuestra escuela?”. 
  • Mapas conceptuales: Enseña a los niños a organizar y representar visualmente sus ideas sobre un tema mediante mapas conceptuales o diagramas de Venn, ayudando a desarrollar su pensamiento analítico y organizativo. 

2. Fomentar la metacognición desde una edad temprana. 

  • Reflexión sobre el proceso de aprendizaje: Invita a los estudiantes a reflexionar sobre lo que aprenden y cómo lo aprenden. Por ejemplo, puedes hacer que escriban brevemente en sus diarios escolares: “¿Cómo resolví el problema? ¿Qué estrategias usé? ¿Qué haría diferente la próxima vez?”. 
  • Modelar el pensamiento reflexivo: Los docentes pueden mostrar cómo piensan en voz alta cuando resuelven un problema o abordan una tarea. Esto enseña a los estudiantes a ser conscientes de sus propios procesos mentales. 

3. Desarrollar habilidades de indagación a través de preguntas. 

  • Preguntas abiertas: Durante las clases, fomenta preguntas abiertas que permitan a los estudiantes explorar y pensar de forma más profunda. Por ejemplo, en una clase de ciencias: “¿Qué crees que pasaría si…? ¿Cómo podríamos comprobar eso?”. 

4. Incluir actividades de resolución de problemas y toma de decisiones. 

  • Juegos de simulación: Los juegos de roles o simulaciones permiten a los estudiantes practicar la toma de decisiones, evaluando diferentes opciones y sus consecuencias. Por ejemplo, simular que están en una comunidad y deben tomar decisiones sobre el uso de recursos naturales. 
  • Debates y discusiones: Realizar debates sobre temas sencillos, pero relevantes, como el reciclaje o la importancia de la lectura, donde los estudiantes presenten argumentos y justifiquen sus opiniones. 

5. Incorporar la evaluación formativa y competencial.  

  • Evaluación del proceso y no solo del producto: Evaluar no solo los resultados finales de los estudiantes, sino también el proceso de pensamiento que han seguido. Puedes hacerlo a través de observaciones, entrevistas o mediante el uso de rúbricas que midan habilidades cognitivas como la capacidad de argumentar, analizar, o reflexionar. 
  • Autoevaluación y coevaluación: Anima a los estudiantes a autoevaluar su propio trabajo y el de sus compañeros, reflexionando sobre cómo lo hicieron, qué aprendieron y cómo pueden mejorar. 

Incorporar el Thinking-Based Learning en la educación primaria no solo permite desarrollar habilidades cognitivas como el pensamiento crítico y la resolución de problemas, sino que también prepara a los estudiantes para ser pensadores autónomos y reflexivos. Si tu intención es ser docente de Educación Primaria, y quieres incorporar el Thinking-Based Learning en tus clases, echa un vistazo a esta entrada sobre la gamificación educativa.

Texto escrito por Ramón Sánchez.

25 Noviembre, 2024