Introducción al kamishibai: una herramienta innovadora para el aula
El kamishibai, conocido como "teatro de papel", es una técnica tradicional japonesa de narración que combina ilustraciones y relato oral para transmitir historias. Utilizado inicialmente como herramienta didáctica en templos budistas, su potencial educativo ha trascendido el tiempo, integrándose hoy en aulas de todo el mundo como un recurso creativo que estimula la imaginación, la comprensión lectora y la comunicación. Este método único convierte el aprendizaje en una experiencia interactiva y significativa, ideal para fomentar el interés por la lectura y la narrativa en estudiantes de todas las edades.
Kamishibai: el arte japonés de contar historias en un teatro de papel
El kamishibai es una forma única y original de cuentacuentos cuyo origen se remonta al siglo XII en Japón. Surgió en los templos budistas, donde se utilizaba como entretenimiento educativo para los más pequeños. Su nombre, que significa "teatro de papel", hace referencia al pequeño teatro de madera donde se exhiben las ilustraciones. Esta técnica consiste en pasar láminas con dibujos mientras se narran historias, creando una experiencia teatral llena de dinamismo e ilusión, y logrando que los niños y niñas se sumergen en la historia.
Forma parte de la tradición popular japonesa por su manera de contar historias con el uso de textos, ilustraciones y una narradora. Su estructura en forma de teatro de papel, como de un escenario se tratara, se proyectan una serie de láminas donde la cara al público tiene un dibujo y la cara hacia el narrador tiene el texto que debe leer en voz alta. De esta manera, los espectadores contemplan las ilustraciones y el narrador tiene de su lado la historia que tiene que seguir.
En las últimas décadas, el kamishibai se ha convertido en una herramienta educativa para desarrollar la escritura, la lectura, la atención, las habilidades comunicativas, etc. Produce un efecto de concentración y foco en torno al teatro de papel que consigue fascinar con la historia y su magia. La dinámica de representar ilustraciones, combinándolas para crear una historia entre ellas, hace que surjan emociones y sentimientos entre el público. El kamishibai fomenta la tradición oral, usando los textos y las historias a través de la representación teatral.
Cómo montar un kamishibai en el aula
Es una forma especial y divertida para compartir historias con tus alumnos/as de educación infantil. Un kamishibai o teatro de papel combina dibujos o ilustraciones, la narración oral y la construcción de objetos. Veamos qué hace falta para construir uno y qué pasos hay que seguir.
Materiales necesarios para construir un kamishibai
- Cartón rígido
- Tijeras
- Pegamento
- Cinta de papel
- Regla
- Lápiz
- Cartulina blanca grande
- Folios
- Material para pintar: rotuladores o lápices de colores
Paso a paso para construir un kamishibai
- Se monta el escenario o butai: con el cartón, una regla y un lápiz se crean las guías para montar el escenario. En forma de rectángulo, se consigue hace dos tamaños, uno más pequeño que otro. Así, se consigue el marco de imágenes y el escenario.
- Crear las puertas del butai: con otro trozo de cartón, se trazan las puertas que abrirán el teatro de papel y otra superior. Estas tres puertas están de cara al púbico.
- Parte de atrás: la que no verán los espectadores, solo el narrador. Con dos tiras de cartón de 2 cm de alto y el mismo largo que el kamishibai, pégalas en la parte trasera, una arriba y otra abajo.
- Último paso: Pega este último marco detrás del butai, junto con las puertas y, ¡ya lo tienes!
Beneficios que aporta este recurso educativo
La finalidad de este pequeño teatro de papel es transmitir enseñanzas a través de sus historias. El kamishibai ofrece numerosos beneficios en contextos educativos y culturales, convirtiéndose en una herramienta versátil y efectiva para el aprendizaje y la transmisión de valores. Esta técnica estimula la imaginación y creatividad, ya que permite a los niños visualizar las historias y crear sus propias interpretaciones. Además, fomenta el desarrollo del lenguaje y las habilidades de comunicación, ampliando el vocabulario y mejorando la expresión oral y la escucha activa.
Su formato dinámico y visual capta la atención, ayudando a desarrollar la concentración. Asimismo, promueve el aprendizaje colaborativo, al permitir la interacción en grupo, incentivando la participación y el trabajo en equipo. Las historias narradas a través del kamishibai suelen incluir mensajes éticos y culturales, lo que lo convierte en un recurso ideal para transmitir valores y fomentar el respeto por la diversidad.
El kamishibai también refuerza la memoria y el pensamiento secuencial, al organizar las láminas en un orden lógico, y es inclusivo, ya que combina elementos visuales, auditivos y kinestésicos, adaptándose a diferentes estilos de aprendizaje. Por último, su bajo costo y accesibilidad lo hacen una herramienta perfecta para escuelas, bibliotecas y hogares, proporcionando una experiencia educativa rica, creativa y significativa.
